Quienes os hablamos somos militantes de la izquierda abertzale que hemos trabajado y trabajamos en diferentes ámbitos políticos y sociales y nos hemos reunido hoy aquí para hacer un llamamiento a intensificar el último esfuerzo por el cambio votando este 24 de mayo a Euskal Herria Bildu.

Nafarroa se encuentra en un momento decisivo de su historia reciente. Tras décadas de imposiciones, criminalizaciones y exclusiones, se ha abierto una oportunidad que no podemos dejar pasar. Y lo decimos desde nuestro conocimiento directo y muchas veces muy duro y doloroso de lo difícil que ha sido resistir y plantarle cara a este régimen maldito que nos ha negado hasta nuestra propia condición de navarras y navarros de pleno derecho.

 Si podemos hablar ahora de oportunidad es porque con grandes sacrificios decidimos en su día impedir que se asentara el régimen del Amejoramiento, el régimen de la Navarra foral y española. Entonces éramos pocos/as y perseguidos quienes hablábamos de régimen, quienes denunciábamos el fraude de la transición, quienes señalábamos que UPN y PSN eran las dos caras de la misma moneda. Hicimos frente al mito de la Navarra paradisíaca que nos vendían. Denunciamos la corrupción, la exclusión, la persecusión del euskera, los crímenes de 1936 y el franquismo que otros querían ocultar y olvidar, el machismo imperante, la obsesión por el cemento, el boom inmobiliario o las grandes obras innecesarias. Nos llamaban la banda del no, nos decían enemigos del progreso.

Cuando afirmaban pomposamente que en Navarra primaba la voluntad de los navarros, (nunca hablaban de las navarras, por cierto) gritábamos que no, que nunca se nos había preguntado sobre nuestro status político y que el Amejoramiento no fue un pacto sino una imposición avalada por unas élites locales enemigas de la democracia.

Nos criminalizaron, nos ilegalizaron, nos encarcelaron y nos han querido acallar. Hay personas presas por sus ideas y su militancia política y otras estamos a la espera de sentencias o nuevos juicios. Pero aquí estamos y hoy, aquellas ideas y hasta aquella terminología que defendíamos contra viento y marea están en boda de todas y todos. Aquel activismo, nuestro y de otras muchas personas y grupos, abrió el camino para esta oportunidad que no podemos perder.

Aunque persisten las persecuciones, esta vez no nos han podido impedir votar, no han podido impedir a la Navarra rebelde conformar una lista legal, en la que la izquierda abertzale y otros sectores soberanistas, independentistas y de izquierdas unimos fuerzas por un cambio profundo y amplio, el cambio que esta Nafarroa arruinada por el régimen demanda.

Es momento de sumar fuerzas, de aunar voluntades en torno a posiciones firmes y para llevar adelante propuestas en base a los intereses de la mayoría social. Es lo que estamos haciendo en EH Bildu y es lo que ha hecho LAB, por eso crece y ha arrasado en las elecciones en la Administración navarra.

El cambio debe ser integral, en todas las facetas, empieza por cada una y cada uno, por el centro de trabajo, la escuela, la familia, las cuadrillas, la asociación vecinal, la peña, la partida de mus, el escrache o la resistencia ante un desahucio o una detención. El cambio debe ser plural y potenciarse desde todos los ámbitos sociales. Por eso, como ha repetido una y otra vez EH Bildu, hay que llevar el cambio de la sociedad a las instituciones.

Y en ese esfuerzo hemos estado, estamos y estaremos, las gentes de la izquierda abertzale de Nafarroa. Por una Nafarroa motor del cambio en Euskal Herria, por una revolución democrática en el camino de una Euskal Herria independiente, feminista, euskaldun y socialista. Sumando fuerzas, siendo cada vez más, a por el cambio. Nuestro voto, Euskal Herria Bildu.

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