Si en abril ya nos pareció escandalosa la absolución de los guardias civiles por violación y torturas a Sandra Barrenetxea, ahora el caso es mucho más escandaloso, al haber trascendido que uno de los jueces que absolvió a Barrenetxea, Alfonso González Guija, fue condecorado por la Guardia Civil cinco meses antes del juicio. Ello debería ser una razón más que suficiente para anular la sentencia.
Por ello, SORTU manifiesta lo siguiente:
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Te creemos Sandra. Damos una credibilidad total al desgarrador relato ofrecido por Sandra Barrenetxea en el contexto del 25 de noviembre, día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la mujer. El Protocolo de Estambul dio por probado su testimonio. Pese a que la tortura ha sido sistemática en Euskal Herria, solamente ha sido investigada una ínfima parte de los casos 5.657 casos de tortura certificados. Es total la impunidad que sigue manteniendo la tortura.
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Es necesario el reconocimiento de la tortura. Para lograr una paz y convivencia verdaderas, también hay que abordar el reconocimiento, la justicia y la reparación de la tortura. Es imprescindible si queremos avanzar hacia un nuevo escenario.
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El Reino español no ofrece garantías. Una vez más ha quedado al descubierto que no existe separación de poderes en el régimen del 78. Cuando le conviene se se dictan sentencias de manera arbitraria para no perjudicar al régimen. Ello no hace más que acentuar la idea que venimos repitiendo: la democratización de España es imposible.
