Artículo de opinión de Niko Moreno:
Al establecer este paralelismo entre la disolución del vínculo afectivo-familiar y la de los bienes materiales acumulados a lo largo de su duración, se equipara la sociedad conyugal con cualquier otra mercantil.
Parece que nos encontramos en la antesala de la discusión, en el Parlamento de Gasteiz, de una ILP encaminada a la aplicación preferencial de la llamada «custodia compartida» en los procesos de separación y/o divorcio en los que haya hijas e hijos menores. Esta iniciativa, promovida por Kidetza, Federación de Euskadi de Madres y Padres Separados, promueve la implantación de esta modalidad de custodia como algo preferente, en nombre del «interés» de los menores afectados, y amparada argumentalmente en los que considera evidentes avances en materia de corresponsabilidad e igualdad de sexos, tanto a nivel social como educativo, laboral y económico.