Hoy, el Tribunal Supremo español celebrará sesión para decidir sobre el alargamiento de las sentencias de 56 presos políticos vascos. El TS deberá decidir si va a cumplir o va a vulnerar la norma europea al respecto.

Por lo tanto, lo que el Tribunal Supremo debe debatir y decidir es si, como en el caso de la llamada Doctrina Parot, va a utilizar métodos de ingeniería jurídica y así alargar el cumplimiento de condena de manera totalmente irregular a los presos vascos. Y decimos de manera totalmente irregular porque no podemos olvidar que dichos presos y presas ya han cumplido las penas de prisión impuestas en su momento en Francia.

Esto es muy importante para entender de qué se trata este tema: se quiere hacer que estos 56 presos políticos cumplan dos veces la misma pena impuesta por un mismo delito, se quiere que cumplan la pena en Francia, como ya lo han hecho, y que una vez entregados a España vuelvan a cumplir esa misma pena por un mismo delito.

Es la presión del propio Gobierno del Partido Popular quien ha creado esta situación. El Partido Popular está dispuesto a vulnerar las normativas europeas al respecto o incluso la propia legislación española para intentar perpetuar una política penitenciaria de excepción y fuera de tiempo y de lugar. Tan fuera de tiempo y de lugar que incluso está creando fricciones en la judicatura española y un ejemplo de ello es la denuncia de Jueces para la Democracia.

Parece que para el PP sigue siendo fundamental continuar con la actual política penitenciaria. A nuestro entender la política penitenciaria que hoy día se aplica es el principal instrumento que tiene el gobierno español para que el proceso de paz no se consolide. Y muestra de ello es que 3 años después del cese definitivo de la actividad armada de ETA, el trato humano y legal dispensado a los presos y presas políticos vascos no ha hecho sino empeorar sustancialmente; están llevando las medidas de excepción a extremos brutales que jamás antes habían sido conocidos ni tan siquiera en épocas mucho más duras.

Duplicar el cumplimiento de condenas supone la imposición de facto de la cadena perpetua; la dispersión, el aislamiento por defecto, el maltrato y mantenimiento privados de libertad a los presos enfermos... hasta ese nivel inhumano ha descendido la política penitenciaria del Partido Popular. Están jugando a la ruleta rusa con los familiares de los presos vascos haciéndoles recorrer miles de kilómetros todas las semanas poniendo sus vidas en riesgo permanente de manera totalmente inútil y vengativa.

Como acabamos de decir, el PP utiliza una política penitenciaria criminal como arma arrojadiza contra la paz. Y eso nos sugiere que la respuesta de quienes por el contrario, queremos consolidar la paz y la búsqueda de la convivencia debe ir en la dirección de exigir permanentemente el respeto a los derechos de los presos políticos vascos; porque la denuncia del carácter y las consecuencias criminales de la política penitenciaria española es sinónimo de ayudar a la consolidación de la paz y el proceso de resolución; y porque en definitiva la paz y la convivencia reales no serán posibles mientras haya una sola persona privada de libertad por motivaciones políticas.

La activación de todas las fuerzas a nuestro alcance es imprescindible para provocar el cambio de política penitenciaria en términos positivos para la paz; para ello habrá que utilizar todos los resortes legales disponibles, multiplicar la movilización social, reafirmar los compromisos políticos e institucionales... Por ello, llamamos a la movilización social y ala manifestación que ha convocado ehbildu el próximo sábado 20 de diciembre, a las 17:30 desde la vieja estación de autobuses.

"STOP a la política penitenciaria criminal, presos y presas a casa".

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