Cuatro jóvenes navarros y una joven navarra pueden ser encarcelados por sus ideas políticas. Si hace unas semanas pudimos ser testigos de la inmensa muralla construida en Donostia para denunciar la detención de varios jóvenes guipuzcoanos, protegerles y demostrarles solidaridad, también pudimos comprobar hasta qué punto la escalada represiva e involutiva del PP cuenta con el silencio cómplice y la participación activa de otros agentes.

Esta espiral de violencia que se ha cebado principalmente en los jóvenes pero que se ha extendido a todas las personas que no comulgan con los dictados de Madrid, no se va a detener si no somos capaces de construir y tejer una red de solidaridad con los imputados e imputadas y denunciamos con contundencia esta utilización de la violencia ya sea policial o judicial para imponer sus ideas, hoy minoritarias entre la población navarra.

En Euskal Herria se han dado pasos significativos por una de las partes, para asentar un escenario sin violencia que nos permita poder confrontar política y democráticamente entre todos los proyectos políticos. Sin embargo el Estado mantiene intactas todas sus líneas represivas con la intención de obstaculizar, paralizar y hacer descarriar el proceso de normalización democrática que nos conduzca a la paz.

Así no ha cesado en amenazar con ilegalizaciones, cierre de páginas web, proseguir con los juicios políticos, mantener la dispersión como condena hacia los familiares, no liberar a presos gravemente enfermos, deteniendo y encarcelando personas por su activismo político, criminalizando piquetes informativos sindicales, prohibiendo manifestaciones y concentraciones en un claro intento de intentar condicionar la política, no por vías democráticas sino por la fuerza. Su debilidad política y escasa presencia institucional y social en nuestro país intentan modificarla vía represiva.

En este caso son Luis, Xabier, Aritz, Mikel y Maider los que se encuentran en situación de riesgo de ser encarcelados a pesar de haber denunciado malos tratos y torturas en los días de incomunicación a los que fueron sometidos y basarse la acusación en la información arrancada en esos días y en esas condiciones. Pero este no es un caso aislado sino uno más de los numerosos procesos judiciales abiertos al amparo de una situación de excepción y al amparo de la ley antiterrorista y la estrategia del "todo es ETA".

Política denunciada sistemáticamente por organismos internacionales al constatar que su aplicación impedía e impide garantizar derechos fundamentales como el de la libertad de expresión, libertad ideológica y participación política, además de posibilitar la práctica de la tortura como hemos conocido recientemente de la mano de Amnistía Internacional.

Por todo ello llamamos a participar en la movilización convocada por Eleak, que partirá desde la audiencia provincial de Navarra el sábado 11 de Mayo a las 18,00 horas en con el propósito de ir construyendo un muro popular que cierre el paso a estas injusticias.

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