Ayer después de semanas de investigación la jueza ha enviado la causa al Tribunal Supremo para que valore la imputación de Yolanda Barcina presidenta del Gobierno de Navarra.

En una huida hacia adelante sin precedentes Yolanda Barcina se aferra al cargo y une su devenir al de Navarra, sin importarle la imagen absolutamente deleznable que de la clase política navarra se transmite a los sectores económicos y sociales.

 

La permanencia de Barcina y de UPN en el Gobierno de Navarra es insostenible. O se van o hay que desalojarlos del palacio de Navarra cuanto antes.

Sobran razones para pedir la dimisión de Barcina y todo su Gobierno. La actuación de Barcina y UPN al frente del Gobierno en general y su gestión en el tema de Caja Navarra en particular ha recibido ya de forma clamorosa la reprobación de la mayoría social y la mayoría política e institucional de Navarra. Barcina y todos los responsables del caso CAN tendrán que responder ante los Tribunales; pero en el ámbito político el veredicto del conjunto de la sociedad navarra es claro y contundente: deben dimitir de sus cargos para dar paso a que la ciudadanía libre y democráticamente pueda elegir por medio de unas elecciones un nuevo Parlamento que marque el rumbo de la política a seguir en Navarra.

Si Barcina y el minoritario gobierno de UPN políticamente aislado se niegan a dimitir, corresponde en primer lugar a las fuerzas políticas e institucionales progresistas del actual Parlamento actuar con responsabilidad y buscar la fórmula más adecuada, para que en el menor plazo posible, el Gobierno dimita y se convoquen elecciones.

Y corresponde a la sociedad Navarra redoblar la presión y la movilización hasta conseguir que se vayan. Lo mismo que el pasado 2 de Febrero, mañana día 22 a las seis de la tarde desde los Golem partirá una manifestación para denunciar la corrupción y pedir la dimisión de Yolanda Barcina y que se siga investigando a fondo en Navarra.

La dimisión de Barcina y del Gobierno de UPN es imprescindible pero no suficiente para el cambio político en Navarra.

UPN con su presidenta a la cabeza (Barcina y su equipo fueron refrendados por el Congreso de UPN celebrado en marzo) son el máximo exponente de una manera de hacer política que está absolutamente agotada y deslegitimada ante la sociedad.

Lo hemos dicho por activa y por pasiva. El problema de la corrupción en Navarra no puede reducirse a personas, ni siquiera a siglas. Es el mismo Régimen político surgido del Amejoramiento el que está deslegitimado y corrompido hasta los tuétanos. Porque es un modelo antidemocrático, excluyente, vulnerador de derechos fundamentales y que niega a la sociedad navarra la capacidad de tomar las decisiones en los temas fundamentales que le incumben.

Aunque solo sea por higiene democrática Barcina y UPN después de más de treinta años de gobernar y co-gobernar deben pasar a la oposición. La sociedad navarra se merece un nuevo modelo de gestión transparente, un nuevo modelo económico basado en la justicia social, un nuevo modelo participativo que no deje todo en manos de burócratas, un modelo respetuoso con la decisión de los navarros y navarras, un nuevo modelo que no mire a Madrid sino al conjunto de la ciudadanía navarra.

Ese nuevo modelo solo llegara de la mano de nuevas mayorías políticas y sociales. Ha llegado la hora del cambio y las claves son la movilización social y la construcción de una alternativa plural que asiente las bases para un nuevo modelo verdaderamente democrático en Navarra. En esas estamos.

Para finalizar desde SORTU nos adherimos a la manifestación convocada por KONTUZ! para mañana y animamos a la ciudadanía navarra a acudir a la misma.

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