1/ Cuando se cumplen 150 años de la publicación del primer tomo de El Capital de Marx y 100 años de la Revolución Rusa, tenemos que ratificar que el capitalismo es una grave catástrofe para el planeta y sus habitantes, siendo indispensable la construcción de una nueva civilización que ponga la vida por encima del dinero. En el camino hacia un mundo mejor, resulta fundamental la brújula del socialismo como símbolo de estructuras socioeconómicas justas, feminismo, cuidado de la tierra, democracia radical e igualdad, poniendo como horizonte la libertad de todos los pueblos y la superación de toda opresión. Porque todo es de todas y todos, porque todo se tiene gestionar entre todas y todos, porque nadie es más que nadie.
2/ Tenemos que repensar y materializar la revolución en base a los retos de nuestro tiempo, más allá de fetichizaciones, pues la transformación es un proceso y no un acontecimiento mágico. No es momento de caer en la nostalgia, sino de materializar hoy mismo cambios profundos, sin dejarlos para mañana. Hay que empezar a desarrollar el socialismo aquí y ahora, sin permanecer a la espera de un día D. Los Palacios de Invierno hay que tomarlos todos los días, articulando correctamente los niveles macro y micro de la lucha, abandonado todo vanguardismo y toda tentación de mesianismo. Porque solo el pueblo salva al pueblo.
3/ En este contexto histórico, las hipótesis estratégicas de partida de la izquierda abertzale tienen mayor vigencia que nunca. Ahora que el neoliberalismo pretende sacrificar bajo la lógica del mercado todos los lazos de solidaridad y convivencia, sería un grave error dejar en manos de la derecha la bandera de los sentimientos de pertenencia a un pueblo o a una comunidad. Sí, en nuestro país la liberación como pueblo es la clave del cambio social ; así lo fue hace décadas y así lo sigue siendo ahora. Por lo tanto, impulsar nuestra autoorganización democrática como pueblo es la aportación que nos corresponde hacer para transformar el mundo.
4/ La izquierda abertzale surgió para impulsar esa aportación, y con el proceso Abian y la refundación de Sortu hemos culminado un profundo proceso de debate encaminado a intensificar la misma. A falta de los congresos de Ernai y de LAB, con este congreso finaliza una etapa de este profundo e intenso esfuerzo de reflexión y fortalecimiento. Y tenemos que decir con satisfacción que ha sido un esfuerzo fructífero, porque ahora tenemos una izquierda abertzale más fuerte, más viva, más cohesionada y más combativa que hace un año. ¡La izquierda abertzale del siglo XXI!
5/ Es mucho lo que hemos aprendido en este proceso. Con humildad, dirigiéndonos a nuestro pueblo y también a nosotras y nosotros mismos, hemos dicho claramente en qué hemos fallado, dónde están nuestros límites, cuánto nos está costando adaptarnos a los nuevos tiempos que nosotras y nosotros mismo hemos traído... Hemos acordado las bases para superar todo eso, con todas nuestras energías, impulsando una nueva cultura y una nueva manera de actuar, poniendo nuestra organización, nuestras estructuras, nuestras formas de actuación, nuestro discurso y toda nuestra aportación política al servicio de los saltos que debemos dar. Seguiremos debatiendo, pues ese debe ser el pulso de una organización transformadora, pero tenemos claro cuál será nuestra prioridad de ahora en adelante: es hora de salir a la calle e impulsar nuevos cambios, porque ha llegado el momento de llevar a nuestro pueblo hasta la independencia. Hoy queremos proclamar nuestro deseo de recorrer este camino mediante el trabajo en común, pues la construcción de la Euskal Herria del futuro es una tarea que debemos llevar adelante entre todas y todos. En definitiva, Euskal Herria creó la izquierda abertzale y Euskal Herria ha refundado la izquierda abertzale.
6/ Por último, como instrumento para la emancipación nacional y social de la ciudadanía vasca, Sortu quiere subrayar algunas cuestiones que consideramos prioritarias para el país y que guiarán nuestra práctica política en los próximos meses:
- Estamos particularmente preocupados por las consecuencias, unas patentes y otras ocultas, que la crisis ha dejado en nuestra sociedad, en sus pueblos y comarcas, en las familias y las personas que componen la ciudadanía vasca. Es evidente que nos hemos empobrecido, y que ese empobrecimiento afecta sobre todo a las clases populares, a los y las trabajadoras, al precariado, a pensionistas, a jóvenes y a mujeres. Porque también es evidente que durante este periodo ha crecido la desigualdad. No aceptamos el estándar español y francés como vara con la que medirnos. Queremos una economía, un tejido industrial, un modelo fiscal, unas relaciones sociolaborales y un reparto de la riqueza a la altura de nuestras capacidades como país , a la altura de nuestra voluntad de crear una sociedad cohesionada y decente. Las políticas públicas que impulsaremos y acordaremos responderán a este impulso igualitario y emancipador.
- La cuestión de los presos políticos, sus familiares y sus derechos es una prioridad para nuestra comunidad. El marco de este debate son los derechos humanos. Nos corresponde a todos y todas, en especial a las instituciones vascas, crear las condiciones para que en el nuevo escenario político vasco todos los derechos de todas las personas se defiendan y se garanticen . No puede haber ciudadanos de segunda, ni en este ni en ningún otro terreno. Admitimos nuestra responsabilidad en este ámbito, sin excusas ni pegas. Por eso nuestra labor tendrá ese objetivo y tomaremos todas las decisiones que estén en nuestras manos para facilitarlo.
- Creemos en que este país necesita un cambio político, que esta nación necesita vertebrarse para servir mejor a los deseos e intereses de su ciudadanía, que debemos recuperar el poder y la soberanía, que la independencia es la mejor opción para desarrollarnos como pueblo y como sociedad. Somos conscientes de que ese cambio solo es posible a través de alianzas, tanto puntuales como estratégicas. Ese cambio está en marcha, se da en cientos de experiencias colectivas a lo largo del país, en el ejemplo de miles de militantes y cargos públicos, no solo de Sortu ni de EH Bildu y EH Bai. No comprometemos a dar lo mejor de nosotras y nosotros mismos en favor de un cambio que sitúe a las personas como prioridad y a nuestro pueblo como sujeto.
Gora Herria!
En Euskal Herria, 21 de enero de 2017