Lo que ha pasado en Altsasu no tiene nombre. Tomando como excusa una trifulca de bar, estos jóvenes han sido utilizados por el reino español para darnos una lección de lo que es un escarmiento o lo que podría ser. Es un aviso para navegantes de un reino que no está interesado en construir un futuro basado en la paz y en la convivencia.
En vísperas de un juicio sin garantías, SORTU quiere mostrar su apoyo sobre todo a los jóvenes encausados, a sus familiares y amistades, pero también a todas aquellas personas que son conscientes de la dimensión que supone esta amenaza inaceptable. Si no cambian las cosas, le puede pasar esto mismo a la más mínima crítica o disidencia.
El sábado, llenaremos las calles de Iruñea, para decir que ya basta. Tenemos que conseguir que estos tics autoritarios sean cosa del pasado.
