Surgió una fuerza en nuestro Pueblo,
al igual que lo hizo en otras partes del mundo.
Aquella fuerza perseguía la libertad para su Pueblo, para sus gentes.
No fue la primera, tampoco la última, ni la única.
Euskal Herria nunca ha caminado en solitario.
La lucha por la libertad de vuestros pueblos ha sido para todos nosotros y nosotras un ejemplo de entrega y dignidad, en el que nunca ha faltado la solidaridad con Euskal Herria. Por eso, hoy queremos mostraros nuestra gratitud y agradecimiento. No camináis solos. No caminamos solos.
Es el momento para reivindicar el trabajo y la lucha que durante las últimas décadas diferentes movimientos revolucionarios y progresistas han realizado en diferentes punto del planeta. Cada uno con sus propias singularidades, pero todos con el objetivo común de liberar a sus pueblos y sus gentes, con el deseo de contribuir a un mundo mejor.
Las condiciones no han resultado fáciles, ni lo son tampoco ahora. El criminal desarrollo del capitalismo que ha condenado a millones de personas a la miseria, la intervención militar y la permanente injerencia política del imperialismo o la explotación desmedida de los recursos naturales han provocado una grave situación. La guerra, el hambre, la explotación de seres humanos y el expolio de recursos son hoy una constante en el mundo.
Ya sea en Gaza, Ahmed, Soweto, Managua, Montevideo, Belfast, Medellin, El Aaiun, Gaza, Ajaccio, Ahuachapan, Bilbo, Guayaquil o en cualquier rincón del planeta, los retos son hoy enormes, tanto políticos y económicos como sociales y culturales. Para instaurar sistemas políticos plenamente democráticos, hacia una sociedad feminista y no-patriarcal, para garantizar los derechos de los mas desfavorecidos, para dar un presente y un futuro a la juventud, para recuperar para nuestros pueblos sus derechos nacionales, para garantizar la pervivencia de nuestras culturas y lenguas...
Todos los pueblos, todas las personas, todos los derechos.
Hace mucho tiempo que aquella fuerza surgió,
también en distintos lugares del mundo.
Se abre un nuevo ciclo en Euskal Herria.
Estamos emprendiendo un nuevo camino
de la mano de los pueblos que aquí nos hemos reunido.
Al igual que hace 60 años, junto a otras experiencias
seguimos siendo aquella fuerza que brotó de un Pueblo y continúa persiguiendo la libertad.