A día de hoy, podemos afirmar rotundamente que, gracias a la labor del movimiento feminista durante los últimos años, la inmensa mayoría de la sociedad vasca está en contra de la violencia machista. Las consecuencias de la violencia machista son la punta del iceberg de la violencia, muertes, violaciones, agresiones sexuales... son realidades que vemos diariamente.
Son ya 7 las mujeres muertes provocadas por la violencia machista en Euskal Herria y son más de 3.545 las denuncias interpuestas desde enero a agosto de este año. Teniendo en cuenta que de cada 10 agresiones sólo se denuncian 2, cada día se producen 75 agresiones.
En la parte inferior del iceberg se sitúan las vejaciones, la publicidad sexista, los micro-machismos, el chantaje emocional..., toda esa otra violencia invisible que nos coloca a las mujeres en un nivel inferior. Tras esa violencia estructural nos encontramos con mujeres que padecen otro tipo de violencias; -diversidad funcional-, mujeres migrantes que sufren precariedad económica, mujeres refugiadas que huyen de las guerras, mujeres en definitiva que sufren en sus carnes la violencia machista.
Son muchos los que se sitúan detras de las pancartas en contra de la violencia machista sin atender a las diferencias estructurales. Con salir a la calle, si no se toman en consideración el origen y el contexto, no vamos a lograr que esta violencia desaparezca. En la medida que esta violencia es estructural, las medidas a adoptar debes ser integrales, y con los suficientes y debidos recursos.
La militancia de Sortu ha adquirido el compromiso de ser sujeto activo frente a la violencia machista, en nuestro quehacer diario, cada militante desde su ámbito, en las relaciones personales, frente a los recortes en los presupuestos municipales, en las asociaciones de las que somos partícipes... y adoptamos el compromiso de trabajar por una sociedad más justa, igualitaria y feminista.
Por todo ello, nos adherimos a las movilizaciones que el Movimiento Feminista ha convocado para este próximo viernes. Nos vemos en la calle.
Ni una agresión sin respuesta!
Gora Borroka Feminista