Lo señalado por el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, calificando de "accidente" la muerte de Iñigo Cavacas es, además de inaceptable, una irresponsabilidad. Ha transcurrido un año desde que la Ertzaintza dirigida por Adolfo Ares matara a Cabacas, y corresponde ahora al Departamento de Seguridad del Ejecutivo autonómico poner en manos de la juez toda la información y los medios al objeto de agilizar la investigación y llevarla hasta el final.
Sortu quiere recordar, asimismo, la responsabilidad histórica que tiene el PNV. La muerte de Cabacas no se puede entender como un hecho aislado.. Por el contrario, la muerte del joven de Basauri hay que entenderla como el resultado de un modelo policial que durante décadas ha propiciado actuaciones salvajes y desmedidas . Y en ese sentido, queremos recordar que Cabacas no fue la primera víctima de la Ertzaintza. Anteriormente mataron a otros y otras como Rosa Zarra.
La muerte de Cabacas mostró con claridad la necesidad de cambiar de raíz el modelo policial, con más razón, si cabe, en el nuevo ciclo abierto a la resolución del conflicto. Es más necesario que nunca convertir la Ertzaintza en una policía al servicio de la ciudadanía, dejando de una vez atrás el caduco modelo diseñado a la medida del PNV que no ha provocado sino sufrimiento y acoso político en este país.
Creemos firmemente que el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria requiere de una Justicia transicional, y en ese contexto situamos el necesario y profundo cambio del modelo policial. Consideramos muy interesante el debate promovido por la iniciativa popular Iñigo Gogoan. En este sentido, hacemos un llamamiento a la ciudadanía a que tome parte en las iniciativas y movilizaciones convocadas por la plataforma, familia y amigos de Iñigo Cabacas.