Sortu, movimiento político vasco abertzale y socialista, quiere transmitir un caluroso saludo al pueblo de Kurdistán y, muy en particular, a las mujeres kurdas.
Este mes se cumplen dos años del atentado que causó la muerte a las militantes Sakine, Fidan y Leyla, en Paris.
Tal como hiciéramos en su momento queremos mostrar toda nuestra repulsa por ese atentado y expresar así mismo nuestro rechazo por la actitud que ha mantenido el Estado francés.
En todo caso, nuestro mensaje, en este segundo aniversario, pasa en primer lugar por exaltar la memoria de estas tres compañeras revolucionarias. Y también por señalar que su sacrificio no fue en vano, tal como lo demuestra la lucha por la libertad y la democracia que hoy libran las mujeres en Kurdistán, con especial tesón y valentía en el frente de Kobane.
Han transcurrido dos años desde que mataran a Sakine, Fidan y Leyla y todavía sus familiares y amigos no han recibido justicia.
Y cada día que pasa sin esclarecerse lo ocurrido la sombra del Estado turco se hace más larga y pesada.
Sin embargo, queremos remarcar que, aun con todo, el Estado turco dispone de una oportunidad única para, dando salida a la llamada "cuestión kurda", contribuir a la construcción de un espacio democrático en Oriente Medio.
Para ello es indispensable que aborde un diálogo sincero con el pueblo kurdo.
El Pueblo Vasco, ha pagado en carne propia la represión. El secretario general de SORTU, Arnaldo Otegi, sigue todavía en prisión, precisamente por preconizar, como hacéis vosotros en Kurdistán, una resolución democrática para nuestro país.
Por eso, al igual que pedimos la libertad de Arnaldo Otegi y la vuelta a casa de los-as presos-as políticos-as vascos-as, también denunciamos las condiciones de encarcelación de las prisioneras y prisioneros kurdos, y en especial de Abdullah Ocallan, Apo. Los queremos a todos ellos en libertad.
Al mismo tiempo no queremos dejar pasar la oportunidad de mandar un estrecho abrazo a las militantes kurdas encarceladas y a los familiares y amigos de los presos políticos.
Euskal Herria y Kurdistan son países alejados en lo geográfico pero unidos por un hilo invisible, el hilo de la solidaridad.
Del mismo modo entre las mujeres de Kurdistán y de Euskal Herria, y también de Sahara, Irlanda, Colombia, Sudáfrica o Palestina, existe un nexo de unión que nosotras, militantes de Sortu, queremos que sea cada vez más fuerte.
Por eso os tendemos nuestras manos, porque vuestro combate por la liberación como mujeres, por la construcción de una sociedad más justa y de un país más igualitario, es nuestro combate.
No tengáis ninguna duda, compañeras, cada vez que este pueblo grite en favor de la libertad de Euskal Herria, dará eco a vuestra lucha por la paz y la democracia para Kurdistán.
GORA EUSKAL HERRIA ASKATUTA! BIJI KURDISTAN!