En la histórica VII Cumbre de las Américas, pudimos ver por segunda vez el apretón de manos entre el Presidente de Estados Unidos (EE.UU) Barack Obama y el presidente de Cuba, RaÍl Castro. La cumbre de Panamá pasará a la historia por la presencia de Cuba por primera vez en cincuenta años y por la petición cursada en ella por el jefe de Estado cubano al presidente Obama de sacar a Cuba de la "lista de países que promocionan el terrorismo".
La "lista de países terroristas" entró en vigor en 1979 a fin de justificar diferentes medidas sancionadoras contra distintos países con cuyos gobiernos Washington mantiene diferendos.
El apretón de manos entre Raúl Castro y Barack Obama en diciembre de 2013, en los funerales de Estado de Nelson Mandela en Sudáfrica, anunciaba una nueva era de relaciones diplomáticas para EEUU y Cuba. Un año después, en diciembre de 2014 una declaración simultánea de los presidentes de ambos países, anunciaban el restablecimiento de las relaciones y la liberación y vuelta a casa de los cinco cubanos encarcelados en los EE.UU y de dos prisioneros, un cubano y otro estadounidense, detenidos en Cuba.
La salida de Cuba de la "lista de países que promocionan el terrorismo" coincide con la cuarta ronda de contactos entre los equipos negociadores de Estados Unidos y Cuba, en la cual se han dado avances significativos. El hecho de derogar las sanciones en vigor, hace posible que después de cincuenta años, la sección de intereses de Cuba en Washington pueda contar con un banco en los Estados Unidos, lo que le posibilita garantizar el normal funcionamiento de las misiones diplomáticas. Por el contrario, EE.UU quiere que sus diplomáticos puedan viajar libremente fuera de La Habana y que puedan reunirse con ciudadanos cubanos. A falta de resolver algunas diferencias, la apertura de las embajadas en los dos países es sólo cuestión de tiempo.
Aunque hoy por hoy el embargo sigue vigente, todo indica que el fin del bloqueo impuesto a Cuba esta más próximo y los pasos que se van dando marcan el principio del fin de la caduca política estadounidense con respecto a la mayor de las Antillas.
El deshielo favorece una apertura de relaciones a otros niveles, como lo demuestra la visita del presidente francés, François Hollande, o la próxima llegada a la isla del Papa Francisco. Al tiempo, las grandes inversiones que se están llevando a cabo en el Puerto Mariel o los nuevos acuerdos económicos con distintos países imprimen ritmo a la nueva política cubana.
Desde Euskal Herria, Sortu saluda las medidas tendentes a desescalar el conflicto alimentado por las sucesivas administraciones norteamericanas con respecto a Cuba y muestra su confianza en que más pronto que tarde se levante definitivamente el bloqueo impuesto a la isla, causante de tanto sufrimiento a la población, para que Cuba pueda construir su futuro, sin amenazas y en libertad, para seguir dando ejemplo al mundo de su compromiso en favor de un mundo más justo.