Sortu quiere denunciar los planes de agresión militar exterior contra el gobierno y la población de Siria.

Sortu muestra su rechazo sin ambigüedades a la actitud belicista adoptada por las potencias occidentales en esta crisis, exacerbada tras el grave ataque ocurrido el pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco.

Significativamente la amenaza de agresión se ha puesto en marcha incluso antes de contar con los resultados de la investigación de los inspectores de la ONU en relación a dicho ataque así como sobre el eventual uso de armas químicas.

La utilización de armas químicas, de demostrarse fehacientemente, constituiría, efectivamente, un crimen de guerra, al ser el uso de este tipo de armamento ilegal de acuerdo a las leyes internacionales. En todo caso, cabe recordar que este tipo de armamento ha sido utilizado por gobiernos como el español en el Rif, el estadounidense en Vietnam y el iraquí en Kurdistán.

La comunidad internacional dispone de medios diplomáticos suficientes para afrontar los muchos desafíos planteados por esta crisis, sin recurrir a la extensión de la doctrina de la guerra. Por lo demás, las consecuencias de anteriores intervenciones -Irak, Afganistán, Libia- deberían servir de enseñanza.

Sortu advierte que cualquier agresión militar extranjera constituye una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas. Esa Carta autoriza exclusivamente el uso de la fuerza, en virtud del artículo 51, cuando un Estado es atacado o con la autorización expresa del Consejo de Seguridad, en virtud del Capítulo VII. A día de hoy ninguna de esas dos condiciones se dan en el caso de Siria.

Sin embargo, la intervención militar no es solamente repudiable a la luz de la legalidad internacional, sino que es del todo inaceptable por ser promesa de una nueva, flagrante y masiva violación de los derechos de la población de Siria.

Nos encontramos ante un plan de agresión que amenaza con multiplicar los efectos devastadores que la injerencia extranjera ha tenido ya este conflicto.

Una vez más, la comunidad internacional no ha estado a la altura y en lugar de primar la búsqueda de una solución política ha dado prioridad a sus intereses estratégicos, agudizando con ello no ya la situación en Siria sino en toda la región.

Es tiempo de que las armas callen y suene la palabra. Sortu considera que sólo desde el diálogo entre las partes se puede alcanzar un escenario de paz duradera.

Entendemos que una solución integral a la crisis siria no debería relegar los legítimos derechos del pueblo kurdo.

En este sentido, un arreglo dialogado a este conflicto podría tener otros efectos positivos, como el de favorecer un espacio de soluciones a escala regional, con la vista puesta en contenciosos tan sangrante como el que afecta al pueblo palestino.

Desde un compromiso claro contra todo tipo de plan de intervención militar extranjera, Sortu se compromete a trabajar activamente tanto en Euskal Herria como en la esfera internacional en favor de todas aquellas iniciativas que alienten la búsqueda de una solución política integral a la guerra abierta en Siria.

Del mismo modo llamamos a la sociedad vasca a mostrar su solidaridad con la población de Siria y a expresar su rechazo a la agresión imperialista en ciernes.

Sortu,
7 de septiembre de 2013

Para poder mejorar nuestros servicios, utilizamos cookies propias y de terceros, siendo ellas persitentes, que nos permiten obtener estadísticas de los usuarios. Si continua navegando consideremos que acepta su utilización.