El delegado de SORTU para Europa Jon Andoni Lekue ha tomado parte en el foro Euromediterraneo organizado por la italiana Rette dei Comunisti.

En este foro, celebrado en Roma, se ha discutido sobre las alternativas a la Union Europea desde las posiciones de la izquierda. ( + información: http://www.retedeicomunisti.org/index.php/iniziative/275-roma-30-novembre-1-dicembre )

A este encuentro han acudido representantes de diferentes movimientos de la izquierda europeos, como Syriza (Grecia), y ha contado con la aportación de distintos especialistas del ámbito universitario.

Jon Andoni Lekue ha compartido con los asistentes el análisis histórico de la izquierda abertzale respecto al modelo de construcción europea, recordando su posición crítica con respecto al mismo, que se explicitó con el rechazo expreso, en el Parlamento de Madrid, al Tratado de Maastricht y también con la movilización decidida contra el proyecto de Constitución Europea y el Tratado de Lisboa.

Tras dar la visión de Sortu con respecto a la actual coyuntura europea, Lekue ha ahondado en las perspectivas de trabajo en común a abordar para tratar de transformar de raíz esa realidad desde posiciones de izquierda.

A continuación la transcripción de la intervención del representante de SORTU:

Por una Europa de los pueblos y de l@s trabajador@s.

Desde SORTU creemos que el debate sobre la construcción de una Europa basada en los intereses de los pueblos y sus clases populares es de gran importancia dadas sus consecuencias directas en la vida de millones de personas. Es de agradecer, por tanto, la labor de la Rete dei Comunisti intentando abrir esta discusión entre fuerzas políticas de la izquierda en Europa.

Nuestra visión sobre Europa es la de una nación sin estado, Euskal Herria, bajo dominio de los estados francés y español. Un país al que no se le reconoce su derecho a la autodeterminación siendo esta negación la causa fundamental de un largo y doloroso conflicto cuyas consecuencias aún sufrimos directamente.

Hace ya varios años que la izquierda independentista vasca decidió un cambio de estrategia para activar un proceso de paz con el objetivo de lograr un marco democrático para Euskal Herria.

Durante este tiempo se ha podido constatar la voluntad de la mayoría social y política de este país para hacer avanzar el proceso y conseguir un escenario definitivo de paz justa y duradera, basada en el respeto a la libre voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria.

Frente a ello también hemos constatado la posición de inmovilismo e incluso de involución que mantiene el gobierno español y el seguidismo que de esta política hace el gobierno francés.

Desde aquí, querría mandar un saludo al secretario general de nuestro partido Arnaldo Otegi y al resto de 600 prisioneros políticos vascos que sufren la política carcelaria criminal de los estados francés y español. Un especial recuerdo para los presos políticos que han llevado a cabo una huelga de hambre en la prisión de Sevilla durante más de un mes.

Mi intervención se divide en tres partes: en una primera parte, trataré de explicar el análisis histórico de la izquierda abertzale sobre Europa. En una segunda parte aportaré la visión que tenemos de la coyuntura política europea actual y finalmente en una tercera parte trataré de dar ciertas claves sobre las estrategias de trabajo futuras para tratar de transformar la realidad existente. En esta última abordaré nuestra visión, más en concreto, sobre la propuesta escrita de la Rete dei Comunisti respecto a la UE y el Euro.

Crisis del capitalismo y la UE.

SORTU considera que nos encontramos en medio de una profunda crisis estructural del capitalismo, que va más allá de una crisis económica; sumándose a la misma una crisis energética, alimentaria y de los propios sistemas de representación política. Una crisis que se da además en el marco de una creciente disputa por espacios geopolíticos, con emergencia de nuevos polos de poder y el incremento de la agresividad e injerencia de las fuerzas imperialistas en lucha por los recursos energéticos y naturales que ven peligrar su hegemonía, poniendo así en peligro la paz mundial.

Fiel ejemplo de ello es la Unión Europea donde desde los postulados ideológicos predominantes del neoliberalismo se marca una política económica de austeridad permanente.

La idea de una Europa unida, en paz y basada en principios democráticos ha atraído a muchos intelectuales, pensadores y políticos de diferente origen territorial e ideológico. Esos esfuerzos democratizadores contrastan con el desarrollo político de las últimas décadas.

La UE que conocemos hoy en día es la consecuencia de un proceso que obedece básicamente a los intereses políticos y económicos del capitalismo. La visión "idílica" de una construcción europea por la paz y unidad de los pueblos dista mucho de la realidad.

Hasta la caída del muro de Berlín las diferentes estructuras económicas y políticas interestatales en el oeste de Europa buscaron la defensa de la democracia burguesa occidental frente al bloque socialista. Bajo la lógica de la guerra fría y tutelada por los EEUU el proceso hacia la unidad europea profundizó en una integración económica de carácter liberal pero con un relativo respeto al llamado "estado de bienestar".

Tras la caída del bloque soviético, tanto las clases dirigentes de los estados, el poder económico como las incipientes instituciones europeas optaron por políticas claramente neoliberales. El Tratado de Maastricht (y más tarde los Tratado de Amsterdam y Niza) cumple con esas directrices diseñando la Europa del futuro con instituciones, justicia, policía y sistema financiero común y una basta expansión hacia los países del Este.

El fallido proceso constitucional y el posterior Tratado de Lisboa trataron de apuntalar esta lógica neoliberal e imperialista de la UE.

Durante estos años, la izquierda abertzale siempre se ha posicionado clara y nítidamente contra la UE existente y sus políticas sociales regresivas. Fue la única expresión política parlamentaria que en el Parlamento de Madrid dijo "no" al Tratado de Maastricht y también se movilizó de manera decidida tanto contra el proyecto de Constitución Europea como el Tratado de Lisboa.

Siguiendo la praxis capitalista al uso, en este largo proceso de construcción europea la participación popular y los cauces democráticos en la toma de decisiones han brillado por su ausencia.

Las instituciones europeas y las clases dirigentes de los estados miembros han propiciado la creación de una élite política y económica que responde a los intereses de unos pocos. Así, el papel de los pueblos y clases populares en las decisiones estratégicas es meramente testimonial y los estados son los que deciden y mandan.

Europa y la UE. Crisis y oportunidades.

El estructural déficit democrático de la UE ha aflorado en estos últimos años de crisis. En contra de los intereses de millones de personas que conforman las clases populares, políticas de austeridad y graves recortes sociales han sido impuestos por una clase dirigente dominada por instituciones y grupos de presión tan opacos como el FMI, BCE, Goldman Sachs, Standard&Poor's.... Esas mismas instituciones han llegado a obviar los cauces más elementales de la soberanía popular llegando a designar gobiernos nacionales como en el caso de Grecia e Italia.

Como consecuencia de esta situación claramente anti democrática, la desafección hacia la UE ha aumentado notablemente. Además, las diferencias tácticas entre los diferentes estados miembros a la hora de resolver la crisis económica constatan que estamos ante un futuro totalmente incierto de la UE y de Europa en general.

Esta incertidumbre general abre también oportunidades para todo tipo de escenarios políticos y podría facilitar un futuro donde la prevalencia del poder de los estados sobre naciones como la nuestra decrezca y los cauces de participación de las clases populares aumenten.

En todo caso, no cabe hacerse ilusiones. A pesar de la crisis, las estructuras de poder del imperialismo global y europeo son todavía muy fuertes. Prueba de ello son las continuas intervenciones militares (a veces llamadas "humanitarias") a lo largo y ancho del planeta; que violan continuamente la soberanía de los pueblos, apoyan regímenes anti democráticos afines y castigan demandas legítimas de pueblos y trabajadores.

Dentro de sus fronteras, la UE supone, cuando menos a nivel teórico, un espacio donde se da la protección máxima de los derechos humanos. Dejando a un lado la nefasta experiencia de Euskal Herria en este aspecto, la situación de emigrantes, mujeres, jóvenes o personas sin recursos deja mucho que desear y los mecanismos de protección funcionan dependiendo de la voluntad de los estados.

En nuestro caso, tanto Francia como España incumplen reiteradamente los mínimos exigibles y en general la UE se ha preocupado mucho más de la integración policial y judicial que de garantizar los derechos individuales y colectivos de sus ciudadanos.

Se podrían citar otros muchos ejemplos donde la UE y su engranaje legal y político es totalmente insuficiente: la política energética y de respeto a la naturaleza, la protección de los derechos lingüísticos, la política educativa.... Todos estos aspectos criticables nos llevan a un cuestionamiento radical de la lógica neoliberal que dirige la construcción de la UE.

En nuestra opinión, la idea de una Europa unida debería basarse en principios políticos que hagan respetar la voluntad de los pueblos y las clases populares. Esta claro que hoy en día la UE no sigue ese camino.

Teniendo en cuenta que nuestra soberanía como pueblo esta bajo el poder de los estados español y francés, estamos convencidos de que nuestros esfuerzos deberían centrarse en acumular fuerzas y trabajo conjunto con movimientos sociales, partidos políticos, sindicatos y otros actores sociales dentro y fuera de la UE que defiendan el derecho de autodeterminación como modo general de relación entre los pueblos y un cambio social profundo.

En este sentido, los procesos abiertos en Escocia y Catalunya son muy positivos y abren nuevas oportunidades de trabajo a nivel europeo.

Desde Euskal Herria tenemos que aprovechar este tiempo de cambios para impulsar nuevos escenarios a nivel europeo que faciliten el ejercicio del derecho a decidir de los pueblos y un cambio social radical.

En el camino hacia ese cambio social, sea Euskal Herria estado o no, la SORTU tiene el firme compromiso de luchar por la creación de una alianza internacional de los pueblos y trabajadores que haga frente a la Europa neoliberal.

Con estas ideas centrales participaremos dentro de la coalición EH Bildu en las próximas elecciones europeas del año 2014 y con las mismas hemos presentado una oferta de colaboración electoral a numerosas fuerzas políticas soberanistas y de izquierda del Estado español.

Claves para superar la Europa neoliberal existente.

Como hemos mencionado, SORTU tiene claro que la UE hoy en día es una estructura política anti democrática. Sabemos también que la decisión de estar dentro de la UE o fuera en otra vía alternativa que ejercite nuestra soberanía puede ser una cuestión crucial para el futuro del pueblo vasco una vez tengamos un estado propio.

Por ello, creemos que una decisión de ese calado no puede depender de la voluntad de un partido u otro sector político concreto. Será necesario abrir un debate profundo y serio en toda la sociedad vasca para que, analizando la situación de la UE en ese momento y por la vía del referéndum decida sobre la integración de Euskal Herria en la UE o no.

Pero más allá de trabajar sobre la hipótesis del encaje internacional de un futuro estado vasco, SORTU cree que hoy, aquí y ahora, nos toca como fuerza política socialista e internacionalista trabajar para cambiar las condiciones de vida de los europeos.

En este sentido, para nosotros, la pregunta UE si o no, es relevante, pero no la más importante. En estos momentos y teniendo en cuenta la debilidad manifiesta de la izquierda europea, la cuestión principal es crear mayorías políticas y sociales por un cambio radical de la política europea y sus estados.

La ruptura de la UE o la salida de uno o varios estados del mismo, sin un cambio radical del paradigma neoliberal existente y especialmente sin un amplio apoyo popular no sería ningún avance real. Este apunte se recoge en el documento de debate presentado por la Rete dei Comunisti y nos parece que merece especial mención.

¿Como conseguir mayorías sociales y políticas a nivel europeo que obliguen al poder económico y político a cambiar su linea de actuación? La respuesta es relativamente sencilla pero difícil de llevar a cabo: Creando un sujeto popular plural que defienda derechos sociales básicos como el derecho a un trabajo digno, a la vivienda, a la educación, a la salud... con una perspectiva final clara de superar el capitalismo. Para ello hacen falta, lucha, organización y capacidad de seducción de la clase trabajadora.

Por supuesto, para la superación de la lógica capitalista actual de la UE se necesita también de alternativas políticas globales creíbles, serias y factibles.

La propuesta de un modelo trasnacional europeo siguiendo el modelo del ALBA es una idea que la izquierda independentista vasca ha defendido y defiende desde hace años. En este sentido, coincidimos con la lógica general del documento de debate presentado por la Rete dei Comunisti.

Más dudas prácticas, a corto y medio plazo, nos crea la propuesta concreta de creación de una nueva zona alternativa Euro Mediterránea y de una moneda alternativa al Euro.

Dejando de lado el hecho que Euskal Herria geográficamente no está localizada en el Mediterráneo, en estos momentos, las condiciones políticas para la creación de esa zona alternativa no se cumplen. En los estados del sur de Europa existe indignación, desencanto y frustración popular contra el sistema y sus pilares (BCE, UE...) pero esa situación no es homogénea y excepto en Grecia no se vislumbran hoy por hoy escenarios de cambio que puedan dar lugar a una ruptura efectiva con las élites dirigentes de esos países y sus políticas.

Por otra parte, actualmente, los riesgos prácticos (descapitalización, falta de exportaciones, aumento brutal del precio de las importaciones..) de una salida unilateral de algún país (e incluso de varios) de la zona euro no parece que puedan afectar de manera positiva a la clases más débiles. Una salida conjunta y coordinada de varios estados con el apoyo económico de potencias fuera de la UE como la que plantea el documento de la Rete dei Comunisti, en todo caso, podría tener mas viabilidad.

La cuestión del Euro es una cuestión de difícil respuesta pero de necesario debate. Como hemos comentado anteriormente la UE y Europa viven momentos de incertidumbre y crisis. Las fuerzas de izquierda tenemos que estar preparadas para todo tipo de eventualidad y una salida voluntaria de algún(os) estado(s) del Euro es un escenario posible pero no necesariamente el más deseable.

Depende, principalmente, del apoyo popular, organización y conciencia ideológica de las clases más desfavorecidas ante el nuevo escenario político y las dinámicas sociales para superar los más que presumibles problemas que se puedan presentar en el camino.

Desgraciadamente, y a pesar de las numerosas revueltas populares en varios países de Europa desde el año 2011, todavía estamos lejos de poder plantear una alternativa global europea de carácter ofensivo.

Es por ello que creemos que entre todos los pueblos y movimientos sociales tenemos que reforzar las dinámicas tanto a nivel local, regional, nacional y europeo para crear escenarios de cambio que permitan como primer paso factible, frenar la ofensiva neoliberal.

Esta ofensiva neoliberal afecta gravemente también a las clases populares de los países del centro y norte de Europa y por tanto, es muy importante dejar claro que la batalla por el cambio social no es entre países del Norte y el Sur de Europa.

Se trata de una confrontación entre un poder capitalista transnacional contra la clases populares de todos los pueblos de Europa. Y entre todos tendremos más capacidad de éxito en el camino hacia una Europa de los pueblos y los trabajadores.

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