Ante los graves acontecimientos sucedidos en Ucrania en las últimas semanas, Sortu quiere hacer la siguiente reflexión.

Las razones para protestar contra el gobierno Victor Janukovich podrían ser numerosas. La corrupción y el caciquismo neoliberal que impregnan el sistema político ucraniano, son totalmente criticables. Es evidente, que desde la independencia, tanto este gobierno como los anteriores, aún siendo de diverso signo político, no han respondido ni a la voluntad ni a las necesidades del pueblo.

Sin embargo, nos parece preocupante y denunciable el carácter paramilitar y el liderazgo de la extrema derecha que han tenido las protestas de las últimas semanas en la capital Kiev y en otras ciudades del país.

Esta dirección que han tomado las protestas se ha convertido más que en una ayuda, en un obstáculo para el desarrollo de una discusión abierta y de un proceso democrático en la sociedad ucraniana.

La agenda política de las fuerzas que controlan la capital desde el 22 de Febrero nos parece preocupante y consideramos que la misma, aumenta el riesgo de que la confrontación civil crezca.

Sortu considera que en Ucrania, al igual que en cualquier otro país, el debate democrático y el respeto a la soberanía del pueblo deben ser la clave para la resolución de los conflictos existentes. La decisión sobre un posible acercamiento a la Unión Europea o a la Federación Rusa corresponde únicamente a los ciudadanos de Ucrania. Toda presión ajena debe desaparecer.

Por lo tanto, queremos denunciar el papel que están teniendo los EEUU y la UE en esta crisis con la clara intención de utilizar a Ucrania en pos sus intereses geo-estratégicos. El reforzamiento ideológico y político del imperialismo en los últimos años ha traído consigo la vergonzosa instrumentalización de los Derechos Humanos, utilizando para ello un bombardeo mediático preso de intereses políticos.

En el caso de la UE, queda en evidencia la parcial defensa de los derechos humanos que realiza, siempre en función de sus intereses políticos en Ucrania. En su estrategia de injerencia política no tiene ningún problema en colaborar con los grupos políticos de extrema derecha.

Pedimos a las fuerzas externas que pongan fin de manera definitiva a la injerencia política. Su intervención debe limitarse a facilitar un proceso democrático de debate, dejando de lado cualquier tipo de interés geopolítico.

Por último, en estos decisivos momentos, hacemos un llamamiento a todos los agentes políticos de Ucrania a que actúen con responsabilidad y trabajen para encauzar un debate democrático para superar la actual situación.

Euskal Herria, febrero de 2014

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