Hoy hemos sabido que el Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco ha dictado auto de sobreseimiento y archivo de las diligencias abiertas contra Hasier Arraiz, presidente de Sortu.
Esta es una buena noticia, por supuesto. Pero también es una noticia que no se tenía que haber dado, porque viene a cerrar un procedimiento judicial que nunca se debió de haber abierto. En cualquier caso, esta resolución lo que viene es a ratificar algo que desde Sortu hemos mantenido desde el comienzo mismo de este procedimiento: En las palabras de Hasier Arraiz no podía adivinarse ni el más mínimo rastro de delito.
Lo único que hizo Hasier Arraiz fueron una declaraciones políticas, en el contexto de un acto conmemorativo del aniversario de los asesinatos de dos miembros de la izquierda abertzale: Santi Brouard y Josu Mguruza, declaraciones que quisieron ser descontextualizadas y criminalizadas de modo intersado.
El propio fiscal del Tribunal Superior de Justicia, consideró que no había ningún delito en dichas declaraciones y solicitó que la denuncia fuese archivada sin más trámite. Y es que está claro que defender la opción que en 1978 hizo la izquierda abertzale de no aceptar la transición o el sistema constitucional porque no rompía con la dictadura y no supondía sino negación para este pueblo, puede que resulte molesto para algunos, pero está muy claro que no es un delito.
También queremos recordar que cuando se produjo esta denuncia algunos responsables y agentes políticos aprovecharon el ruido mediatico para cargar contra Sortu y tratar de desgartarlo políticamente, intentando de este modo debilitarlo y poner en duda nuestros objetivos.
Así pues, como hemos hecho desde el principio, hoy venimos a insistir en que la denuncia y el procedimiento abierto contra Hasier Arraiz no han sido sino un ataque a la libertad de expresión, y un ataque también a la actividad y a la expresión política de la izquierda abertzale. Y en este sentido, consdieramos muy grave que la judicatura entre o dé margen a esos ataques, del mismo modo que consideramos muy grave que la judicatura se inmiscuya o acepte condicionar el debate político, que tan necesario es en este pueblo.
Y tan graves como estos ataques es que los mismos se utilicen para tratar de evitar el debate politico y para tratar de ocultar o sustraer del mismo determinados elementos de una gran importancia. Pero desde Sortu continuaremos poniendo esos elmentos en el centro mismo del debate político y en ese sentido continuaremos diciendo que nuestra valoración de lo que se vino en llamar la trasición española es absolutamente crítica, lo mismo que los es de la postura que determiados partidos estatales y vascos adoptaron para con esa trasnsición y el marco que surgió de la misma.
La opción de la izquierda abertzale en aquel momento fue la de la ruptura democrática y hoy en día esa sigue siendo nuestra opción porque esa es la única forma no solo de defender los derechos que a Euskal Herria le corresponden, sino también de convertir esos derechos en realidad.