La operación policial contra usuarios de redes sociales es un ejercicio de autoritarismo y un ataque indecente contra el derecho a la libertad de expresión.

Personas que se dedican a difundir sus opiniones políticas en redes sociales han sido detenidas en una operación policial que una vez más deja en evidencia que España sigue considerando la disidencia política como delito de opinion. La libertad de expresión sólo existe para los voceros del régimen, los especuladores financieros y quienes se dedican a lanzar amenazas contra los independentistas de izquierda.

Los medios de comunicación mayoritarios imponen una doble vara de medir insultante; cuentas de Twitter y blogeros son presentadas como referentes internacionales de la democracia cuando sus titulares residen en Cuba, Venezuela o China, mientras España persigue y detiene a quienes hacen uso de su derecho a la libertad de expresión en las redes sociales.

Exigimos la inmediata puesta en libertad sin cargos de todos los detenidos y el fin a la intervención policial y a la censura política en las redes sociales.

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