Tal y como habitualmente hacen los portavoces del PNV, Jonan Fernández sitúa el proceso de soluciones entre dos extremos que lo dificultan: el Gobierno español y la Izquierda Abertzale. El análisis de Fernández es falso y malicioso. En primer lugar, por que no hay dos extremos, sino uno, el Gobierno español, que esta constantemente saboteando las opciones para la paz. La mayoría de la sociedad vasca es plenamente consciente de esta realidad.
La Izquierda Abertzale ha dado numerosos pasos que han permitido generar un nuevo escenario. Es más, la Izquierda Abertzale es el único agente que a día de hoy aporta en positivo. Es el gobierno del PP el que con la inestimable ayuda del PSOE se dedica a poner obstáculos. Consciente de ello, el gobierno del PNV se dedica a ocultar esta realidad, sumiendose en la inacción y limitándose a criticar a la Izquierda Abertzale. Si quieren resultar creíbles, Fernández y el PNV deberían adoptar otra actitud. Del mismo modo, Fernandez y el PNV deberián de aclarar a cambio de que mantienen esta posición de beligerancia 0 respecto al gobierno español.
En lo que se refiere a la iniciativa Hitzeman que presentarán en otoño, Sortu quiere manifestar lo siguiente: Jonan Fernández ha perdido y seis meses, seis meses para defender los derechos de los presos, para exigir el fin de una política penitenciaria basada en la vulneración de derechos, para exigir la liberación de los presos gravemente enfermos, para exigir el fin de la dispersión... Si ha partir de otoño Fernández estuviese dispuesto a impulsar todo ello, que cuente con nosotras. Si en cambio, Fernández y el PNV pretenden seguir otorgando un cheque en blanco a la criminal política penitenciaria del PP, que no cuenten con nosotras, ya que seguirán dando la espalda a reivindicaciones mayoritarias en nuestro país.