La operación policial de hoy por la mañana pone de manifiesto la importancia y la necesidad de iniciativas como la declaración de Bruselas de ayer. Y es que la política penitenciaria es el principal instrumento del Estado español para tratar de obstaculizar un escenario de soluciones.

Desde que ETA finalizó la lucha armada la situación de las cárceles no ha hecho sino empeorar. Con esa política y con operativos como los de esta mañana el gobierno del PP quiere reventar el proceso de resolución.

Además de empeorar deliberadamente la situación de los y las presas el PP y su brazo armado la guardia civil quieren dinamitar el apoyo político, social, económico y médico hacia los presos y para ese detiene y ha detenido a personas de Herrira, del grupo de mediadores del colectivo, abogados, personas de Etxerat, y las personas del grupo Jaiki Hadi para la asistencia médica y psicológica de los presos. Eso lo dice todo.

Las personas detenidas hoy son personas que prestan asistencia médica y psicológica a los y las presas, asistencia absolutamente necesaria dada la precariedad en algunos casos y falta absoluta en otros de asistencia médica que se les ofrece en las prisiones.Y es que la salud es otra de las armas arrojadizas que el gobierno utiliza contra los y las presas en las distintas cárceles, mostrando una y otra vez su cara más cruel y despiadada.

Madrid no soporta la solidaridad para con los presos sea esta cual sea y venga desde donde venga. Especialmente la que se da aquí, en Euskal Herria, pero acaba de demostrar también que la solidaridad que viene desde Europa también le hace daño, mucho daño.

Y tampoco podemos olvidar que estas detenciones vienen después de que Urkullu se reuniera con la asociación Etxerat, en concreto con una de las personas hoy detenidas, después del viaja de esta asociación a Bruselas y de las reuniones y contactos hechos allí en el parlamento europeo y después de la declaración hecha ayer mismo en Bruselas. Nadie en Europa apoya la posición del gobierno español en política penitenciaria y la declaración de ayer lo demuestra claramente.

Ayer se cumplieron cinco años de la declaración de Bruselas. Aquella declaración, firmada por premios Nobel de todo el mundo, supuso un importante hito en el desarrollo del proceso de resolución del conflicto y fue la primera de otras cuantas que vinieron despues desde ese mismo ámbito internacional.

Nos parece importante recordar aquel hito para contextualizar precisamente la declaración que ayer se presentó también en Bruselas y que pone nuevamente de relieve el importante papel que la comunidad internacional está llamada a cumplir en el proceso de resolución del conflicto político vasco. Esta declaración en favor de Arnaldo Otegi y el resto de presas y presos políticos vascos sitúa claramente por donde pasa en este momento la prioridad en la resolución del conflicto. Y esta prioridad no es otra que el final de la política de alejamiento y dispersión de los presos y presas vascas y el respeto a los derechos de sus familiares, así como un programa de libertades condicionales anticipadas. Eso es lo que viene a decir la declaración internacional de ayer y esta es la única manera de avanzar en el proceso de resolución y llevar este hasta buen puerto.

Pues bien, Sortu coincide plenamente con el contenido de esta declaración y convenimos con sus firmantes en que no es posible avanzar en el proceso de paz sin que se respeten los derechos de los y las presas. Y también coincidimos con la elección de Arnaldo Otegi como expresión de la situación injusta que viven los y las presas, ya que Arnaldo es hoy por hoy un claro exponente de la situación que sufren en las cárceles más de cuatrocientas personas, presas y presos políticos vascos.

Otra cuestión que esta declaración pone encima de la mesa es que la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo del proceso de paz, que tiene interés en la resolución del conflicto y que este interés le lleva a querer jugar un papel activo en la denuncia de la posición cruel del gobierno español, así como en la exigencia del respeto a los derechos fundamentales.

Y lo hace sin tomar posición hacia un lado o hacia el otro. Se coloca simplemente en la exigencia de paz y de respeto a los derechos fundamentales y esto, en nuestra opinión, es no solo correcto si no que también es loable.
Lo que se hace incomprensible para la comunidad internacional es la postura que mantiene el Gobierno español, que habiendo pasado ya años desde que ETA dejó a un lado la lucha armada, no ha dado ni un solo paso en positivo. Al contrario, no solo mantiene una política penitenciaria de pura venganza sino que se empeña en seguir llenando las cárceles a golpe de fabricación de pruebas y de macrosumarios políticos.

La declaración de Bruselas subraya todo esto y es un claro indicativo de la posición de la comunidad internacional. Y es que, fuera del Estado español, nadie entiende la posición del gobierno del PP y su política contra la paz. Por eso, a través de esta declaración la comunidad internacional le pide al PP que cambie su postura y abra un nuevo y necesario tiempo.

Y además de todo ello, quisiéramos también destacar que esta declaración demuestra que los y las vascas no estamos solas en nuestra exigencia de paz y democracia ante el gobierno español. Junto con nosotras en esta exigencia están personas de muy alto nivel por su compromiso con los derechos humanos y con la resolución de conflictos. Personas todas ellas de sobra conocidas por su defensa firme y determinada de la justicia, la convivencia y la paz a lo largo y ancho del mundo.

Nuestro sincero agradecimiento, por lo tanto, a todas las personas firmantes de esta declaración que valoramos y apreciamos realmente.

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