Este pueblo realiza un apuesta continuada por dar cauce al nuevo tiempo político y el Estado español ha vuelto a responder como acostumbra, de forma salvaje, y ante la falta de argumentos válidos, con la violencia, La Guardia Civil ha detenido esta mañana a Asier Hernandez, Amaiur Lopez de Lacalle, Aitor Uribe y Miren Soloeta en Otxandio, en sus casas, en una operación policial que nos retrotrae a la impunidad y la oscuridad de otro tiempo. Desde Madrid, con esta operación de la Guardia Civil, se da continuidad a un modo de actuación ajeno a la realidad de este país, con criminalización, ceguera política, y utilizando contra este pueblo, y ahora contra estos jóvenes la represión sin ningún sentido.
Volvemos a señalar que la represión no es el camino; el Estado español sabe bien que con su estrategia del pasado no va a poder interponerse en el camino emprendido en favor de la resolución del conflicto político, la paz y la democracia. Son recetas que no sirven, al igual que no sirve la actuación de la Ertzaintza ayer en Indautxu, intentando evitar un acto público de solidaridad con los y las presas vascas, e identificando a los presentes.
La actuación de la Guardia Civil hoy en Otxandio es exponente del estado-mordaza. Las detenciones de estos cuatro jóvenes, bajo la acusación de enaltecimiento del terrorismo, estarían relacionadas con el acto de homenaje a Lutxi Urigoitia, celebrado este verano en Otxandio. Lutxi Urigoitia fue abatida por un disparo de la Guardia Civil en 1986 y su caso, el de Lutxi Urigoitia, figura en el Retrato de las víctimas de la violencia que ha propiciado el Gobierno Vasco. El propio Urkullu entregó recientemente al alcalde de Otxandio el dossier con el caso de Urigoitia, con motivo del acto celebrado en el Instituto de la Memoria.
Hoy han sido los mismos que mataron a Lutxi Urigoitia, quienes han vuelto a Otxandio, con nocturnidad, para detener a estos jóvenes. Y nosotras y nosotros decimos que la solidaridad y la memoria no son delito en una sociedad democrática, que una sociedad realmente democrática la solidaridad y la memoria deben ser derechos de obligado respeto por parte de los Estados.
Comprobada la represión, la negación y el acoso que el Estado español utiliza de manera continua contra Catalunya y Euskal Herria queremos reiterar una petición, una exigencia, hoy y aquí.
Queremos recuperar aquello que Jon Idigoras dijera en el Congreso español; "Déjadnos vivir en paz, sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria".
Es cada vez más evidente que necesitamos la independencia, Catalunya y Euskal Herria requieren la independencia para poder así liberarnos de esta noria de sufrimiento y vulneración de derechos a la que nos somete el Estado español. Exigimos la libertad de los detenidos. Ya es hora de que los juicios políticos, la tortura, las detenciones y la represión contra este pueblo acaben de una vez por todas.