El TSJPV ha puesto fecha a la vista oral del juicio contra el presidente de SORTU Hasier Arraiz. Inicialmente se encontraba dentro del sumario 04/08 pero la Audiencia Nacional decidió trasladar su caso al TSJPV (Tribunal Superior de Justicia del País Vasco) dada su condición de aforado.
Las circunstancias en las que se va a dar este juicio son similares a las que pasamos los acusados del sumario 04/08, 35/02, Bateragune y otros.
Estamos hablando de un juicio de carácter político, un juicio contra la actividad política legítima de la Izquierda Independentista, ubicado en el decenio negro de las ilegalizaciones y de la Ley de Partidos y que en este momento está totalmente fuera de tiempo y lugar, fuera de la realidad política y social de este país. En definitiva, el caso de Hasier Arraiz es un juicio de persecución política, que deja en evidencia que en el Estado español de la misma manera que hay presos políticos, hay una persecución política y judicial contra el independentismo y la disidencia al sistema.
El decenio de la ilegalización trajo a este país situaciones infames desde el punto de vista de la agresión continuada por parte del Estado a los derechos fundamentales de la ciudadanía. En ese tiempo, y por aplicación de la Ley de Partidos y la teoría del todo es ETA, se encarcelaron personas por organizar listas electorales; se ilegalizaron partidos políticos y se persiguieron ideas; se alteró el censo electoral para poder imponer las ideas de otros; llegó a haber alcaldes que no habían sido votados para ellos; e incluso el hoy presidente del Congreso español tiene en su curriculum el haber sido lehendakari tras eliminar del censo al 25% por ciento de la ciudadanía. El que hoy preside el congreso y vela por su funcionamiento democrático tiene en su haber haber sido un lehendakari de paja tras determinar que uno de cada 4 vascos no podía votar. Un especimen de demócrata cuando menos curioso.
En ese tiempo político miles y miles de ciudadanos se plantaron y dijeron no a la vulneración de derechos y siguieron realizando actividad en nombre de la Izquierda Abertzale. Gracias a ellos, el trabajo por el nuevo tiempo politico dio grandes resultados, y hoy conocemos un escenario con grandes oportunidades para la paz y la normalización política gracias a quienes pusieron pie contra pared y no permitieron que las ideas fueran ilegalizadas.
Hasier Arraiz es uno de ellos. Hasier Arraiz es hoy el presidente de un partido político que fue declarado legal por el TC. El mismo espacio político que fue ilegalizado y perseguido es hoy legal, y por lo tanto no tiene sentido que se enjuicie a Hasier Arraiz por haber realizado entre 2005 y 2008 una actividad política que hoy es totalmente legal.
Por lo tanto, SORTU quiere subrayar que la vista oral contra Hasier Arraiz no tiene sentido, y no debe dar lugar a ninguna condena por parte del tsjpv.
Ni en este ni en ningún otro caso; es hora de terminar con los juicios de persecución política, es hora de vaciar las cárceles y no de llenarlas. La normalización política pasa por el respeto a todos los derechos y que nadie, absolutamente nadie, esté privado de libertad por motivación política.