En primer lugar quiero enviar, en nombre del Consejo Nacional de SORTU, un fuerte abrazo tanto a Hasier Arraiz como a Urko Aierbe, Joxe Aldasoro, Aniaitz Ariznabarreta, Sandra Barrenetxea, Erika Bilbao, Eneko Compains, Ugaitz Elizaran, Egoitz Garmendia y Rosa Iriarte.
Sortu quiere hacer hoy una valoración positiva sobre los acuerdos alcanzados por estas personas procesadas por su actividad política y que permitirán, de entrada, que esta decena de ciudadanos vascos no ingresen en prisión.
Cuando se dió el acuerdo por el juicio de Segura, dijimos que ese compromiso traía consigo una nueva manera de actuar. Y también explicamos que ese acuerdo tenía un objetivo claro: que a futuro nadie más entrara en la la cárcel en aplicación de legislaciones y políticas de excepción.
Aquel acuerdo de Segura ha cubierto, a día de hoy, cuatro etapas tras el juicio de Aztnugal en la Audiencia Nacional; el juicio a Hasier Arraiz en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco; y este último, hoy, de la Audiencia Nacional contra otros 9 ciudadanos vascos.
En este sentido, y sin perder la cautela, podemos afirmar hoy que la vía de acuerdo abierta hace cuatro meses se ha ido consolidando hasta permitir que un total de 50 ciudadanos vascos no entren a la cárcel, lo que es motivo de alegría para Sortu y, estamos seguras, para la ciudadanía vasca en general.
Estamos ante logros sin duda destacables, por sus implicaciones en el plano político y también, cómo no, en el plano humano. Estamos ante avances todavía parciales, a los que deseamos sigan otros más. Y por ello vamos a trabajar, conscientes de que el trabajo político y de presión social han sido claves para hacer estas etapas y lo serán para lograr la meta mayor de la desactivación definitiva de las medidas de excepción.
Compartimos hoy un sentimiento de satisfacción, pero esa valoración que mira al futuro no es óbice para olvidar lo ocurrido, porque hablamos de causas que se remontan en algunos casos a hasta hace diez años; hablamos de detenciones incomunicadas, de encarcelamientos, de torturas...
Sin olvidar lo ocurrido, decimos que es muy importante que nadie más entre a una cárcel por razones políticas, pero es tanto o más fundamental para nosotras vaciar las cárceles y por ello vamos a invertir todas nuestras fuerzas en impulsar un proceso independentista que nos permitirá alcanzar esa meta y de paso hacer realidad los sueños de viejas y nuevas generaciones de vascos.
Para ello, desde la humildad, y desde el compromiso abierto, demandamos la mano de obra de cuantos aspiran a construir una república vasca libre, también de las personas que siguen en las cárceles.
Para finalizar, queremos trasladar un mensaje: en SORTU pensamos y deseamos que esta fórmula de acuerdo, en fondo y forma, sea válida y viable para encontrar soluciones a todas las consecuencias del conflicto. Porque nos demuestra que hay un modo posible de abordar los retos pendientes en materia de víctimas y también la excarcelación de presos y presas.