Esta semana hemos tenido conocimiento que la madre de la presa Olatz Lasagabaster se encuentra en el hospital de Valencia desde el pasado viernes. En la visita que realizaba a su hija, que acaba de ser madre, sufrió una indisposición tras lo cual tuvo que ser hospitalizada.
Las dramáticas consecuencias de la dispersión la sufren los familiares y amigos, ellos son el objetivo de esta política.
Dieciséis son los familiares que han muerto desde que se instauró esta política y cientos las heridas, pero a ellos no se les respeta ningún derecho.
Sortu exige la inmediata derogación de la dispersión política. Hay que terminar definitivamente con la ruleta rusa que supone la dispersión. Aunque sólo sea por respeto a los derechos humanos se debe acercar a los presxs a sus hogares.
La solidaridad con los presxs políticos vascxs no tiene fin. Son miles las personas a lo largo y ancho de Euskal Herria las que se adhieren a esa solidaridad, y una muestra de ello son las visitas que todos los fines de semana realizan los familiares y amigxs.
De la misma manera, hoy hemos sabido que los abogados llevarán hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburo sendas demandas contra la política de dispersión y el cómputo de penas. Presentarán los casos de 261 presxs políticos vascxs que se encuentran dispersados en el estado español, el primero ya interpuesto, el de Josetxo Arizkuren.
Desde Sortu queremos manifestar, por una parte que la denuncia de la política penitenciaria es una de las mayores inversiones que se pueden hacer para la paz en este país y en segundo lugar que es el momento de utilizar todos los recursos jurídicos a nuestro alcance para conseguir acabar con la actual política penitenciaria, vulneradora de derechos humanos básicos.
Para acabar, Sortu hace un llamamiento a participar en las movilizaciones que como cada último viernes de cada mes se vienen realizando en cientos de poblaciones a lo largo y ancho de Euskal Herria para exigir la vuelta a casa de los presxs políticos vascxs.