Lo ocurrido en Ondarroa ha marcado, sin duda, esta semana, y en nuestra opinión, es necesario hacer una valoración general de la que podamos aprender para el futuro.

Una vez más, podemos decir que estamos ante una actuación de los enemigos de la paz. Estamos ante una situación provocada por aquellos que sueñan con volver a la situación anterior a octubre de 2011. Ahí se sitúan quienes se han llevado de modo violento a Urtza Alkorta, quienes les han ordenado actuar así y quienes les han defendido. Quienes le torturaron, quienes no protegieron sus derechos durante la detención y quienes supuestamente "perdieron" las grabaciones de su detención incomunicada. Y, por supuesto, quienes hacen una utilización política de la administración de justicia para seguir castigando la disidencia política.

 

Y si todo esto merece una contundente denuncia en cualquier circunstancias, la merece más aún si cabe en el escenario político actual. Porque todo esto se hace para entorpecer el proceso de paz y para atemorizar a la sociedad vasca.

Los aparatos del estado no dudan en utilizar la violencia para condicionar el nuevo escenario. Y eso ha quedado bien claro en Ondarroa. Ha quedado claro, de un lado, quién utiliza la violencia para imponer policialmente una resolución judicial injusta y, de otro, quién hace frente desde la dignidad a esa violencia mediante la resistencia pasiva.

Una vez más, el estado español ha demostrado su incapacidad para asumir y aprovechar con medios democráticos, la oportunidad abierta tras la Conferencia de Paz de Aiete.

Madrid responde una vez más con violencia a la oferta de diálogo que la mayoría de la sociedad vasca le hace para la superación de las consecuencias del conflicto y su solución integral. Insiste en criminalizar la actividad política y condicionar el juego político.

Ante esta situación desde SORTU vamos a continuar aplaudiendo la desobediencia civil. Ya dijo Monstesquieu :"No existe tiranía peor que la ejercida a al sobra de las leyes y con apariencias de justicia". Y en ese sentido, es obligación de quienes creemos en la verdadera justicia y democracia, el rebelarnos frente a estos abusos.

Tanto el camino abierto en Donostia y Ondarroa, como la actitud de quienes allí han resistido han sido ejemplares y son la forma de hacer frente a posibles futuros abusos.

Queremos exigir, tanto a los gobiernos que hasta ahora se han conducido como enemigos de la paz, como los partidos que los apoyan, que dejen a un lado las excusas y las tentativas de bloqueo. Están perdiendo el tiempo. La sociedad vasca y la comunidad internacional también van a ser determinantes a la hora de llevar el proceso adelante, hasta alcanzar sus últimos objetivos. No hay nada que vaya a destruir el deseo de paz de los y las vascas. Ni en Euskal Herria ni fuera de Euskal Herria.

Queremos subrayar que la actitud del PNV para con lo ocurrido en Ondarroa es absolutamente reprobable.

El lehendakari Urkullo ha actuado de forma plana, decepcionante y servil. Con su inhibición permite entrar hasta la cocina a los enemigos de la paz. A aquellos que están haciendo todo lo posible para que no se produzca el proceso de normalización.

En cualquier caso, en nuestra opinión, el debate no es solamente que se haya enviado a 400 ertzainas para practicar la detención. Lo fundamental es que el PNV no tiene ni plan ni propuesta para que en adelante no haya más detenciones de ciudadanos vascos. Y eso es precisamente lo que le queremos preguntar al PNV ¿Cuál es su plan para que ningún vasco o vasca más sea detenido por motivos políticos? No creemos, desde luego, que ese plan sea la "discrección".

Lo que preocupa a SORTU es la insistencia del PNV para con las viejas fórmulas. Antes su excusa era la actividad de ETA, pero ahora que ha pasado un año y medio desde que ETA puso fin a su actividad armada en PNV sigue en las mismas: dando la espalda a Maltzaga y sosteniendo a Madrid en la Comunidad Autónoma Vasca.

En este nuevo tiempo los intereses del PNV siguen mirando a Madrid, mientras la sociedad vasca mira a cuáles han de ser los pasos necesarios para la superación del conflicto.

El PNV sigue sin plan para cambiar las reglas del juego de los últimos 40 años y su única voluntad es la de continuar en el sometimiento. Frente a esto, no solo SORTU, sino este pueblo le exige una y otra vez que reflexione. Que reflexione para situarse en la realidad actual y en el esfuerzo de hacer avanzar el proceso de paz y normalización.

Y queremos terminar con unas reflexiones telegráficas.

En Ondarroa se han llevado detenida a Urtza Alkorta, si, pero quien ha salido ganando es quien ha hecho frente desde la dignidad y de forma pacífica a la injusticia y a la violencia.

Para disgusto de los enemigos de la paz, tenemos que decir que la apuesta de la izquierda abertzale para con el proceso de paz va a avanzar sin remedio.

Los intentos de bloqueo son y van a ser estériles. En este contexto, quienes creemos en la paz tenemos el reto de crear y defender las iniciativas que hagan posible el proceso, y esa es nuestra prioridad.

SORTU cree en este pueblo, y por eso estamos convencidos y convencidas de que este pueblo llevará el proceso adelante. No tenemos duda de que Euskal Herria va a conseguir la solución del conflicto y va a poder, finalmente, decidir su futuro en libertad.

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