Tras un enorme y prolongado trabajo previo, el pasado domingo se realizaron consultas populares en Debagoiena, Goierri e Ispaster.
De la mano de la plataforma ciudadana Gure Esku Dago, la dinámica de consultas populares arrancó en 34 localidades con la participación de diferentes sectores. El objetivo estaba claro: ofrecer a la ciudadanía la oportunidad de ejercitar el derecho a decidir y, junto con ello, medir la adhesión popular a un Estado vasco independiente.
Debido a la convocatoria de la segunda vuelta de las elecciones españolas, la Junta Electoral obligó a adelantar las fechas previstas para las consultas, lo cual hizo que la plataforma Gure Esku Dago tuviera que acelerar sus planes iniciales.
En general, el éxito de iniciativas del tipo de las consultas populares sin fuerza normativa se suele medir en base a la participación. En esta ocasión, la media de participación en los pueblos que han realizado las consultas ha sido del 30%, si bien ese porcentaje varía de una localidad a otra.
El objetivo de Gure Esku Dago era conseguir que la participación se situara en una horquilla del 25-30%. Por lo tanto, la plataforma ha valorado muy positivamente los resultados, otorgando especial importancia al hecho de que se haya empezado a ejercer el derecho a decidir.
Analizando los resultados por comarcas, llama la atención la gran participación habida en los pequeños pueblos de Goierri (superior al 50% y en algunas localidades superior incluso al 70%). Junto con ello, la participación lograda en los núcleos urbanos de mediano tamaño se ha situado cerca de la media general, mientras que en las localidades más grandes ha sido bastante discreta. Zumarraga, con un porcentaje de participación del 13,43%, rebaja el dato general de la comarca.
En Debagoiena, la participación se ha situado entre el 23 y el 53 por ciento. En esa comarca el comportamiento ha sido más homogéneo, debido a los datos más moderados de Arrasate y Eskoriatza (23% y 24% respectivamente).
En Azpeitia ha habido una participación del 40%, confirmando las optimistas previsiones que había en el pueblo. La única localidad vizcaína que en esta ocasión ha participado en el ejercicio de consultas populares –Ispaster– ha conseguido un magnífico dato de participación: el 64%.
Es evidente que las localidades que han participado en las consultas del 5 de junio presentan condiciones sociopolíticas diferenciadas. Por lo tanto, en muchos casos el punto de partida –las condiciones objetivas– ha sido distinto. Hay que subrayar que en las localidades donde se ha realizado un gran trabajo previo –tanto por el número de iniciativas como la amplitud del sector que ha trabajado en la organización de las consultas– los resultados han sido mejores y se ha conseguido una mayor movilización de la ciudadanía.
Si observamos la magnitud sociológica de estas consultas, y comparando sus resultados con los de las elecciones forales, destaca el hecho de que en todos los casos se ha conseguido ensanchar el espacio representado por el independentismo de izquierdas, salvo en Legazpi.
Se puede afirmar que, sin ninguna duda, los resultados han sido buenos como punto de partida. Establecen una base sólida para las 60-65 localidades que van a realizar consultas de aquí a junio del año que viene.
De cara al futuro tenemos que asumir como reto apoyar e impulsar la plataforma GED. A día de hoy, su implantación geográfica es muy desigual, lo cual exige una reflexión en torno a la expansión que deberá buscar en los diferentes territorios. Hay que reconocer que en algunas comarcas tiene una presencia débil y no es una dinámica enraizada. Así mismo, es preciso tener en cuenta que hoy por hoy la proyección de la identidad vasca de GED es limitada y hay gente que no se siente atraída por la oferta y las formas que le han caracterizado hasta ahora.
Ahora que existe una gran preocupación en torno a la participación de la juventud, es necesario subrayar que en esta ocasión su participación ha sido grande, especialmente por parte de quienes tenían la oportunidad de votar por primera vez. Es una buena noticia de cara al futuro, porque las nuevas generaciones desempeñan un papel importantísimo en la consolidación de la conciencia nacional.
Por lo tanto, en general se puede decir que los resultados han sido buenos y que se han superado las expectativas iniciales. En estas últimas semanas se ha conseguido hablar sobre el derecho a decidir y ese derecho se ha podido ejercitar con absoluta normalidad. Se ha demostrado que es posible y que existen muchas ganas para ello. Así lo reflejan los porcentajes de participación conseguidos en estas circunstancias.
A quienes dicen que la participación ha sido baja y de esa manera han pretendido minusvalorar el valor político del ejercicio realizado y "vender" la conclusión de que ello ha sido fruto de la falta de interés por parte de la ciudadanía, en primer lugar hay que recordarles en qué condiciones se han realizado estas consultas –sin ningún apoyo oficial–, y en segundo lugar que en este pueblo todavía no hay igualdad de oportunidades entre las diferentes opciones políticas, ya que el derecho a decidir y la opción independentista están totalmente fuera de la legalidad, pero no así el carácter democrático y la legitimidad de esa opción, pues eso lo otorga únicamente la ciudadanía, tal y como ha hecho el 5 de junio.
Comparando datos, recordemos los relativos a las consultas populares que se celebraron en numerosas localidades de Catalunya: las 167 que se realizaron en 2009 consiguieron una participación del 27%, las 80 de 2010 una participación del 21%, las 211 consultas celebradas entre 2010 y 2014 una participación de 17%, y, finalmente, las celebradas entre 2010 y 2015 en 49 ciudades o grandes localidades una participación del 13%. Sin ninguna duda, los datos del ejercicio realizado el 5 de junio suponen una base sólida para el proceso de acumulación de voluntades que hay que desarrollar de cara al futuro. Se ha puesto un punto de partida más sólido que el que en su día se puso en Catalunya. Allí, las consultas se empezaron a realizar en una fase de acumulación soberanista. Aquí, por el contrario, partíamos de cero. Haber conseguido la participación de una tercera parte de la ciudadanía hará que las consultas adquieran enorme legitimidad ante cualquier persona que las observe con espíritu independiente.
Sin lugar a dudas, el trabajo realizado ha sido enorme, y ahí están los resultados. De cara a facilitar futuras consultas y conseguir resultados inmejorables, será importante hacer una recopilación de todo el trabajo realizado, incluyendo las correspondientes valoraciones. Mediante su práctica, este pueblo está escribiendo el manual para ejercer el derecho a decidir, y eso es algo que no tiene precio de cara a próximas consultas.