En el día de ayer el Tribunal Constitucional español tomó la decisión de mantener en prisión a Arnaldo Otegi, Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto y Miren Zabaleta, condenados en su día por el caso Bateragune junto con Rafa Díez.

Estamos ante una decisión política que obedece a una estrategia de estado. Estrategia de estado basado en la negación de la realidad nacional vasca y en la negación de los derechos que nos asisten como pueblo. Estrategia que se sirve de la negación, del autoritarismo para combatir con todas las armas al independentismo vasco. Y en este contexto, en esta estrategia se sitúa la decisión del TC de mantener en prisión a los encausados del caso Bateragune. Decisión inserta en esta estrategia de de combate al independentismo.

El anuncio de desmantelamiento de las estructuras militares de ETA confirma la voluntad de ETA para seguir avanzando en el desarme hasta el final.

ETA anuncia su disposición para pasar a ser un actor político desarmado y asegura la irreversibilidad de esa condición procediendo a desmantelar sus estructuras militares, o sea, todo lo que tiene que ver con la práctica armada.

Hasier Arraiz responde a las declaraciones de Iñigo Urkullu.

Sortu quiere mostrar su preocupación por la situación de Jokin Aranalde, uno de los portavoces del Colectivo de Refugiados Políticos (EIPK), detenido, a la salida de una visita médica, por orden de las autoridades francesas y con vistas a su entrega al Estado español.

Aranalde puso voz y rostro al compromiso de los refugiados-as vascos-as, que en el acto llevado a cabo en junio de 2013 en Biarritz mostraron de forma clara su compromiso con el nuevo tiempo abierto a Euskal Herria, mostrando su disposición a dar los pasos necesarios cara a dar una salida a la situacion de las personas huidas y abrir la puerta a su retorno a Euskal Herria.

La detención de uno de los portavoces de EIPK es un paso que va en la dirección contraria a la solución democrática que avala la mayoría social y política de este país, como se ha demostrado en las diversas movilizaciones llevadas a cabo en Ipar Euskal Herria.

Por ello Sortu exije la puesta en libertad de Jokin Aranalde y emplaza a las autoridades francesas a escuchar a la sociedad y a implicarse de modo efectivo en la resolución del conflicto.

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